Esquí-Alpinismo por el valle de Literola y el valle de Estós. ¡Mareta Meua!

Josep, Marc y yo arrancamos nuestros días juntos en el monte un lunes a primera hora de la tarde. Nos esperan 3 días de esquí-alpinismo en los valles de Literola y de Estós, y en las alturas cercanas a los picos Posets y Perdiguero.

El lunes por la tarde “tan solo” tenemos que ascender por el valle de Literola, remontar hasta el collado de Perdigueret, descender hacia el valle de Estós intentando perder poca altura, y al final remontar un poquito hasta el refugio de Estós. Total unos 1.000 m de desnivel positivo y una bonita travesía.

Afortunadamente vamos montados encima de los esquís casi todo el tiempo, excepto cuando el bosque se enmaraña tanto que no queda otro remedio que cargarlos a las espaldas.

Aunque abajo ya se nota la primavera arriba todavía queda mucha nieve, está húmeda y pesada, y además la temperatura es alta aunque esté nublado. Vemos los aludes caídos por aquí y por allá. Josep observa continuamente el terreno y va decidiendo por donde pasar para minimizar el riesgo, nosotros seguimos su traza y cuando es necesario dejamos unos cuantos metros de distancia. Así vamos progresando dando prioridad a la seguridad.

La llegada a un collado siempre está recompensada con el descubrimiento de las maravillas que aparecen en el otro lado. Así es la llegada al collado de Perdigueret, cuando aparece ante nosotros el gran valle de Estós. Pero aquí no acaban las sorpresas, durante el descenso vemos tres osos, tal vez una mamá osa con dos ositos.

Finalmente, tras 5 horas de travesía, llegamos al refugio de Estós justo a la hora de cenar. Mireia, la guarda, ha preparado una cena bien rica.

El martes nos levantamos temprano porque hemos planeado un itinerario circular ambicioso y las horas en la montaña pasan volando. El plan es ascender por el barranco de Bardamina, cambiar de vertiente a cara sur, flanquear por debajo de la cresta de Bardamina, pasado el pico de Bardamina encaramarnos en la cresta de la Paúl para hacer dos tres miles, el Pico de la Paul i el Pico inferior de la Paul, descender por la coma de la Paul hasta el valle de Estós y al final remontar un poquito hasta el refugio de Estós.

Iniciamos la larguísima jornada con el cielo encapotado, a ver qué nos deparará el día.

Remontamos por las empinadas pendientes del barranco de Bardamina. No ha helado, la nieve sigue húmeda y pesada, hay que andarse con cuidado.

Cambiamos de vertiente de cara norte a cara sur y se nota, la nieve está más dura y hay que poner cuchillas. El cielo sigue encapotado, las nubes nos rodean y no vemos. El viento nos azota. ¡Condiciones bastante duras! ¡Mareta meua!

Josep sigue la traza marcada en el GPS y su intuición, nosotros le seguimos a él. ¡Qué raro avanzar cuando el cerebro no sabe calcular la propia posición en el espacio porque todo es blanco, la nieve y la niebla! La única referencia visual es la persona que tienes delante y tus esquís. El cerebro tiene que aprender a calcular el próximo paso sin ver, partiendo de la información que proviene de los pies, que están encima de los esquís. ¿Será parecido a lo que hacen los ciegos?

En estas duras condiciones flanqueamos por debajo de la cresta de Bardamina … y cuando estamos debajo de la cresta de la Paúl se abre un poco, lo justo para que Josep nos incite a encaramarnos.

Cambiamos de esquí de montaña a alpinismo. Esquís y bastones a la espalda, piolet en la mano, y encordados. Primer paso, acceder a la cresta escalando una canaleta mixta con algún pasito exigente. Josep y Marc cap problema, yo tengo que escalar más.

Una vez en la cresta se va abriendo cada vez más y vemos lo que hacemos, pero el viento nos sigue azotando. La cresta en sí no es difícil, pero está bastante nevada y eso aumenta un poco el grado. No obstante, vamos progresando al ensamble con fluidez. Al final podemos recorrer toda la cresta, echar dos tresmiles a la saca e incluso contemplar el majestuoso Posets.

Ya llevamos muchas horas sin parar, y todavía tenemos que descender esquiando por la Coma de la Paúl. Son unos 1.200 metros de bajada. Las piernas están cansaditas y la nieve regular. La buena noticia es que ha abierto y las montañas están preciosas con la luz de la tarde.

La nieve al principio está dura pero esquiable, después tan deshecha que es casi imposible esquiar, Josep y Marc se van apañando, yo recurro a la vuelta Maria. Al final, nos encontramos nieve primavera que nos permite encadenar los giros y acelerar el ritmo. Una vez llegados al valle, hay que hacer un último esfuerzo para llanear al lado del río y remontar hasta el refugio. Ellos todavía tienen un poco de reserva, yo estoy agotando las pilas.

Con las últimas luces del día, tras 13 horas de actividad, unos 1.300 metros de desnivel, una cresta y condiciones duras regresamos al refugio. Estamos cansados, yo agotada, muy agotada, hasta que se me ocurre tomarme una coca-cola y revivo con el chute de azúcar y cafeína. Mireia nos ha guardado una riquísima cena, ¡qué bien!. A cenar y a dormir. Mañana será otro día.

El martes Josep y Marc vuelven a la carga con otro plan. Subir hasta el Portillón de Oo para pasar de cara sur a cara norte, flanquear por la cara norte debajo del Perdiguero, volver a pasar de cara norte a cara sur por el collado de Literola y descender por el valle de Literola.

Yo no me veo capaz de aguantar otra jornada como la anterior, así que desayuno tranquilamente, charlo con Mireia y a las 10:30 salgo del refugio y bajo por el valle de Estós, a ratos esquiando y a ratos andando según lo que me permite el camino.

Sobre las 14:00 el tiempo empeora y se desata el infierno. Yo ya estoy cómodamente instalada en la cafetería del Hospital de Benasque, en Llanos del Hospital, pero ellos todavía están por ahí arriba. Sé que no les pasará nada porque saben lo que hacen, pero de vez en cuando miro por la ventana hacía la montaña. Aparecen sobre las 4 de la tarde, vienen empapados y exhaustos, han aguantado condiciones infernales. Creo que Marc os contará esa parte de la aventura en otra crónica.

 

Y hasta aquí la crónica.¡Mareta meua!

So queréis ver fotos están en el apartado “Últimes galeries” de la web de Cordada.

 

6 comentaris

  1. Doncs aprofito la crònica de la Elisa, per a completar-la relatant el tercer dia d’activitat.

    AIXÔ ES L’INFERN! Aquest podria ser el resum del que vam viure aquella jornada d’esquí-Alpinisme.

    Desprès del reparador sopar, i de posar tota la roba a secar, decidim que l’endemà farem la travessia que ha explicat la Elisa. Ref. Estós – Portillon d’Oo – collado de Literola – descens per la vall de Literola. La Mireia, guarda del refugi (un sol de noia), ens explica la previsió. A les 14 h. entra un front amb pluja a cotes altes. Decidim provar sort en Josep i jo, mentre la Elisa anirà baixant al cotxe per la vall d’Estós i ens esperarà a l’Hospital de Benasc.

    No sortim massa d’hora (el cansament es nota), però anem guanyant alçada a molt bon ritme per la vall de Guias. Anem pujant buscant el millor recorregut entre el caos de neu de una allau recent (sort que ja ha baixat). El dia està despejat, i els pocs nùbols que hi ha, ens permeten progressar amb la neu prou dura per anar fent còmodament. Per tant, tot ideal ….., res feia pensar el que ens vindria al damunt al cap de poca estona.

    Superat un primer collet, amb algun pas rocós, sense dificultat, ens encarem cap al Portillon d’Oo, sota la mirada de l’imponent Perdiguero. Tant a l’abast! (el farem?). Però no, ni de conya!.

    Comencem a remuntar la curta però forta pendent que ens porta al Portillon, i comença a bufar un vent bastant fort. (això es que el vent passa canalitzat entre les muralles rocoses del Portillion, penso …). Quan treiem el nas al vessant Nord, el paisatge es fantàstic, amb tota la vall als nostres peus, però no tenim massa ganes de perdre el temps mirant. El vent ha passat de bastant fort a molt fort. Hauríem de baixar esquiant una mica fins a un petit plató, abans d’encarar les darreres pales que per aquest vessant porten al Coll de Literola, però comencem a pensar que cal sortir d’aquí el més aviat possible.

    En Josep comença un flanqueig a la dreta, que ens durà directament al petit plató. El pendent es molt fort, i les condicions de vent cada cop pitjors. Els darrers metres del flanqueig, es compliquen, doncs cal passar per damunt de les restes d’una purga de neu molt endurida. Nosaltres ja fa estona que no parlem. Dediquem tota l’atenció a posar un esqui davant de l’altre, procurant avançar amb seguretat, ja que el vent ens va fent trontollar a cada pas. Es en aquest moment, que en Josep, és “arrencat” literalment de la seva trajectòria per una forta ràfega, que el desestabilitza, i el fa rodar pel fort pendent. Jo hem quedo parat observant la seva trajectòria i sobretot la de l’esqui que ha perdut i marxa pendent avall. En Josep, de seguida aconsegueix aturar la caiguda amb experta tècnica d’autodetenció (amb bastons), però l’esqui no sembla disposat a frenar-se tant ràpidament. Per sort s’atura al final de la vaguada, i el tenim a la vista.

    Decideixo fer una diagional descendent, per a trobar-me amb en Josep. M’imagino que ell ja ha fet una valoració de la situació en que ens trobem, i hem comunicarà que fem. el vent ja no es vent. això ja es un infern! bufa en totes direccions, i amb una força desmesurada, que ens envia projectils de glaç a forta velocitat. Tots dos ens reunim en el punt on l’esqui ha decidit aturar el descens.

    – Possem-nos tota la roba que tinguem, i amunt! diu en Josep.
    – Ok.
    – Esquis a l’esquena, i amb crampons, ok?
    – Ok.
    Asseguts a terra, ens anem vestint.
    – Merda! el vent m’arrenca una manyopla de les mans i marxa cap avall.

    Un cop preparats, ens preparem per a pujar. Ens queda una forta pujada fins al plató, i desprès la darrera pala fins al coll.

    Les següents 2 hores mes o menys, les dediquen a pujar fins al coll. Amb condicions normals, no hauríem estat ni la meitat del temps, però ara el vent ja es un Infern, i hem de progressar a quatre grapes!!. si, si hem de gatejar per la pendent, ja que si ens alcem una mica de res, el vent ens fa ballar com una baldufa.

    Anem guanyant metres, mirant-nos de tant en tant, i sense parlar. Estem a 1 metre de distància, però no ens sentim.

    En arribar al coll, el pendent es torna més pla, però no ens podem posar d’empeus. Fem uns metres estirats a terra, fins a treure el nas al vesant de Literola. Davant nostre s’obre una pala amb fort pendent. Amb condicions normals, seria l’inci d’un espectacular descens de 1200 mts, fins al cotxe. Avui serà un peregrinatge a quatre grapes. Estirats a terra, en Josep hem fa senyals. A la de tres, ens posem d’esquena a la pendent, i ens tirem avall desgrimpant el més ràpid possible. Així ho fem els primers cent metres, fins que ens podem tombar de cara al pendent.

    Ara el vent ens be de cara. anem baixant frenats pel vent, fent un angle gairebé de 90º respecte al pendent (si para el vent de cop, la morrada serà impressionant, penso). De posar-nos els esquís, de moment res de res. Pràcticament no podríem ni avançar un metre. Amb tot això el front anunciat ja ens ha envoltat. Ja no tenim visibilitat, i comença a nevar.

    Bastants metres més avall, en Josep decideix que ja ens podem posar els esquís. Ara el vent ha minvat, ja que hem perdut força alçada, però som al mig del temporal. Amb els esquís al peus, i sense visibiltat, en Josep va cercant la millor ruta. Reconec que ara ja començo a divertir-me. La neu es una pastarada inmune, però no caminar i no enfonsar-nos en la neu, hem fa sentir més còmode. La neu fa estona que ha passat a ser una pluja que ens va calant. Ja no ens queda res pitjor no?.

    Anem buscant la millor alternativa per a poder baixar el màxim tros amb esquís, fins que arribem al camí on ens hi vam posar el dilluns. Per terreny conegut baixem cap al cotxe, empapats fins al moll de l’os.

    Ens reunim amb la Elisa a l’Hospital. No hem menjat gairebé res des de que hem sortit. Ens hem guanyat un bon dinar/brenar/sopar a Bensac.

    I això es tot.

    Una mostra més de que el temps a l’Alta muntanya pot passar de ser benigne, a un autèntic Infern!

    Per cert, estic pensant de incorporar al meu equip d’esqui-Alpinisme, unes genolleres de boleiball de Gore-tex!!

    Salut i muntanya!

  2. Amb aquest parell de Kraks dona gust encaramar-se a la muntanya! Moltes felicitats per l’actitud! Ah, d’ossos res de res eh! eren porcs senglars!…però vaja si fa il·lusió…

  3. Felicidades, como siempre “En cordada, aventura asegurada”

    Y actitud a tope, como no….

  4. Vaya aventuron! ya me imaginaba algo asi al ver el titulo del mail jajaja Que cracks!! Felicidades a los tres pero un par de apuntes… no entiendo la falta de actitud de bajarse de la cresta sin llegar al Bardamina 🙂 y no entiendo por donde bajais de la cresta hacia Estos, yo recuerdo un patio de unos 1000m asi, como poco jeje
    Un abrazo a todos!

  5. Juan,
    la cresta la hicimos de Este a Oeste. La intención era subirse antes del Bardamina, pero las condiciones no invitaban a subirse a ninguna cresta. En un momento dado se abrió un poco y Josep nos “invitó” a subir. Lo hicimos pasado el Pic de Bardamina., y la seguimos hasta el collado de la Paul. Y la bajada, fácil. Des de el collado de la Paul, solo hay que calzar esquís i descender 1200 mts hacia la coma de la Paul, i valle de Estós.
    Salut!

  6. Ahora si lo entiendo, que pasada hacer todo eso en invierno y esquiando. Del Bardamina al Paul le dan poco dificil, pero la recuerdo muy aerea y no tan facil en ese tramo, así que en invierno imaginate y con mal tiempo ni te cuento.

    A ver si coincidimos en alguna otra Marc. Un abrazo!

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