BRUJAS-FRANCOESPAÑOLA, TOZAL DEL MALLO

Hace unos cuantos años Josep me propuso de ir al Tozal del Mallo a escalar, proponía una combinación de las vías Brujas-Franco-Española. Inconsciente de mí acepté sin dudarlo. Era tan grande el flechazo que me lanzó el Tozal cuando lo vi por primera vez, y tan grandes eran las ganas que tenía de escalarlo que era imposible decir que no.

Pero hay que ir muy bien en el V+, que desploma mucho me dijo Josep. Miraba reseñas y no lo veía claro. Allí solo aparecían sextos. Cogí de la estantería un libro de aventuras en los Pirineos de Juanito Oliarzabal. Recordaba que narraba varias escaladas al Tozal es su juventud, y releyéndolas vi que la combinación Franco Española-Brujas es la combinación más amable, pues pasa por las partes más “fáciles” de las vías. Supongo que sería esta la combinación que pensaba llevarme Josep, porque de lo contrario se la hubiese chupado toda de primero y yo a arrastrarme de segundo como pudiera jeje. La cosa es que por temas de agenda y mal tiempo la salida quedó en el tintero, pero el veneno ya estaba dentro.

Años después, con Jose Bermudo por fin pude escalar el murallón por la vía Ravier. La primera vía abierta en la pared, la “fácil” dicen, y salimos de allí pensando que si lo que acabamos de escalar era lo fácil de la pared, que sería lo no tan fácil. Resguardándonos de la tormenta que nos pilló saliendo de la vía, coincidimos con una cordada que acababa de salir de la Brujas- Franco Española. Sus comentarios de la vía aún me ayudaron a mitificarla más, que si muy mantenida, que si techos de 6c muy difíciles, la sensación era de que me quedaba muy lejos esa vía…

Hace un año, al bajar de la Rabadá-Navarro del Gallinero con Xavi, nos planteamos al año siguiente hacer otra de las grandes clásicas de Ordesa. La combinación Brujas – Franco Española. A un año vista todo es muy bonito jeje. Pero la primavera llega rápido, el deshielo avanza, las primeras piadas del Tozal empiezan a aparecer. Y empezamos a cuadrar agendas. Tiene que ser antes de san Juan para poder subir a dormir a la pradera. Y lo retraso al máximo posible. Vengo escalando muy poco y no creo que sea buena idea meterse en esa vía poco rodado. Consigo escalar algo en Riglos un mes antes y, sorteando la meteo, un par de semanas antes conseguimos trepar algo también.

Llegan los días previos, miramos la previsión del tiempo y dan bueno todo el fin de semana. Y con esto empiezan las visitas frecuentes al inodoro al poco de empezar a estudiar reseñas, y es que si la Rabadá-Navarro nos pareció muy dura, esta pinta más todavía, y esto me trastoca los esfínteres.

Por fin es viernes. Salimos de trabajar y partimos para Ordesa. Llegamos justo para cenar algo y subir a dormir a la pradera. Preparamos la furgo y nos metemos a intentar dormir. Cosa difícil. A las 4.45 suena el despertador y nos ponemos en marcha. Desayunamos un poco, preparamos mochilas y las 5:30 nos vamos en busca del camino que sube a Carriata. Nos adentramos en el bosque y poco a poco va amaneciendo. De tanto en cuanto se va dejando ver el Tozal. Es impresionante. Ya solo por poder estar aquí caminando y contemplarlo me siento un privilegiado. Se acaba el bosque y nos vemos caminando entre cientos de arboles caídos. Un gran alud debe haber venido desde arriba con mucha fuerza y los ha barrido. Debe ser reciente porque hace dos años esto no estaba así.

Llegamos al desvió que nos llevará a pie de pared. Paramos a comer algo y escondemos algo de comida para la vuelta. Vamos flanqueando por el bosque la muralla. Vemos una cordada entrando en la Ravier. Pasamos de largo y rápidamente nos situamos bajo el gendarme donde empieza la vía. No tiene perdida. Nos preparamos el arsenal de material que traemos para la ocasión. Ni más ni menos que 18 cintas, juego de aliens, juego de camalots del 0,5 al 4 con 0,75, 1 y 2 repetidos y juego de tascones. Si a esto le sumamos dos litros de agua, bambas, gore y algunas barritas, se ve claro que lo complicado va a ser, como siempre en estos casos, levantarse del suelo jeje.

Llega el momento de echarse a suertes quien empieza y me toca a mí. Hay bacalao para todos así que en el fondo da igual. Remonta Xavi unas viras y monta R0. Recoge las cuerdas, llego hasta él, y ahora sí que empieza la fiesta.

Son las 8:00am cuando empezamos. Voy resiguiendo el filo del gendarme hasta que consigo ponerme de pie encima y monto reunión en un par de clavos que refuerzo. Largo de trepada fácil y a proteger todo.

Rápido sale Xavi a por el L2. Aquí ya hay que ir mirándose el itinerario un poco más, aunque queda claro dónde está la R ya que el diedro del tercer largo se ve claro y lo tenemos encima. Largo un poco sinuoso, van apareciendo pitones, algunos viejos y algunos muy viejos, que van dando certeza de que elegimos el camino correcto, pero que hacen que los vayamos reforzando con frecuencia, esta será la tónica general de la vía. Me reúno con Xavi.

Me toca salir. Uno de los largos duros de la vía. Uhf esto está muy tieso. El primer pitón esta un par de metro encima de la R y me cuesta horrores cazarlo. Vaya paso duro. Me deja bien calentito. Recupero el aliento y sigo subiendo. Me voy colgando de cada pieza de museo que me pone la adrenalina por las nubes, pero al que no hace 6c a vista en Ordesa con unos cuantos kilos colgando del arnés, no le queda otro remedio. Llego a la zona que más desploma y hasta de A0 me estoy dejando los cuernos, así que escalerillas fuera. Pero la cosa no se pone fácil ni de A1 ya que las fisuras quedan muy adentro del diedro chimenea y se hace muy incomodo progresar. Pasito a pasito, con paciencia y alguna que otra apretada dura llego a la R, 3 de 13 y ya voy con los brazos majos. Esto es Ordesa… y lo peor es que lo sabía jaja.

Llega rápido Xavi, que también dice haber bufado lo suyo de segundo, paso de material y sale a por el L4 que empieza por una bavaresa espectacular para seguir por unos diedros y un tramo chimenea muy guapos. Llevamos al menos un par de cordadas detrás pero solo coincido con uno de ellos en la R3.

Salgo yo a por el 5 que tiene un paso un poco tonto al inicio, protegido por un pitón no muy de mi agrado, pero no consigo reforzarlo. Aprieto el culín un poco y ya suaviza hasta llegar a la plaza de los ajos (supongo que le pondrían este nombre los maños por la plaza del mismo nombre que hay en Pamplona, o no, ves a saber) y monto R de un spit y un árbol. Primera expansión que vemos en la vía y es para reforzar este arbolillo de tronco fino.

El siguiente largo sobre el papel parece un trámite pero no hay que bajar la guardia nunca en estas vías. Flanquea por la plaza hasta buscar un sistema de diedros y fisuras que nos dejaran en la plaza Cataluña.

Ya tenemos la parte de la Brujas completada. Muy bonita y exigente, sobre todo el L3 para mí. Otra joya de Rabadá, Navarro y este caso de Pepe Diaz quien los acompañaba. Y ahora nos toca seguir los pasos de los señores Anglada y Guillamon, otros que tal bailaban. Llevaban meses trazando la via Franco-Española con Patrice Bellefon y Silvain Sarthou a través de cartas, con el ojo puesto en los desplomes de la mitad superior de la pared. Realizan un primer intento los cuatro en la semana santa de 1960. Entrando por la vía Ravier y realizando una travesía hasta la plaza Cataluña, dónde se ven sorprendidos por una gran nevada que les obliga a retirarse.

Mientras esperan poder coincidir otra vez con los franceses se enteran de los maños también han ido a probar suerte, pero tampoco tienen éxito. Así que el 16 de junio Anglada y Guillamon no esperan más y van a por la vía que abren en día y medio vivaqueando sobre los estribos. Es simplemente acojonante.

Meses más tarde los franceses abrirían la parte inferior de la vía hasta la plaza Cataluña. Pues nada, me voy a dar un paseo por la plaza, y como diría el amigo Soler, me ha tocado el largo clave de la vía, el L7.

Me planto bajo el techito característico y recupero a Xavi, que llega y con las mismas sale a por él. Un par de pasos atléticos te dejan a la izquierda de un diedro chimenea bastante liso que cuesta entrarle. Va subiendo de pitón a pitón hasta que toca reseguir el techo fisurado con manos invertidas y pies muy finos, que se deja proteger muy bien, y que salir hacia arriba después tiene su miga también. La entrada a la R no es nada fácil y ésta es muy incómoda. Le dan 6b pero si le llegan a dar 6c igual hasta lo vería justo jeje.

Vamos bien de tiempo pero ya nos está tocando el sol y se hace un poco insoportable el calor. Entre esto y lo duro de la escalada tengo la boca como la suela de un zapato. Pero hay que racionar el agua que aún queda guerra. Salgo a por otro largo de 6b según reseña, y si, este me parece más humano. Algún paso me lo miro bastante sobre todo por algún pitón de los que dan miedito y me cuesta un poco reforzar pero va saliendo. La segunda parte del largo se mete en una chimenea donde monto R.

El siguiente en teoría es más sencillo, va siguiendo la chimenea en grado más amable. Xavi va haciendo, y a los 25m me comenta que ve una R de parabolts con anilla a la izquierda. Le digo que no me suena que haya ninguna R de parabolts, y continúa. Al cabo de pocos metros canta R y voy. Cuando conseguimos vernos me comenta que se debe haber pasado la R, que según reseña es encima de un bloque empotrado con un pitón. Y la verdad yo tampoco veo nada. A mi estas historias de reuniones precarias no me hacen mucha gracia y me comenta Xavi que no tiene material para reforzarla, que cuando llegue yo con el material miraremos de reforzarla. El largo que viene después que ya ha empezado él es otro de los difíciles, así que decidimos que monto yo la R de parabolts, le paso el material por una de las cuerdas y acaba el largo él. Y me he librado de una buena jeje. Menudo largo que empieza por una chimenea lisa como una patena que me parece dificilísimo, (si me llega a tocar hacer eso de primero con una R de mierda debajo se me ponen de corbata!!) para seguir por unos desplomes, con mucho canto, pero que a estas alturas de vía ya no hay mucha pila y me cuestan telita hasta de segundo.

Ya solo nos quedan dos largos y menos mal porque empiezo a tener los brazos pidiendo el cambio. Salgo a por el penúltimo. Flanqueo a izquierdas un poco incómodo para entrar en una chimenea que trabajito me cuesta ir progresando por ella ya que por dentro desploma y por fuera te quedas sin pies. Consigo salir de ella y me voy un poco hacia la izquierda superando unos desplomes que me dejan en una cómoda terraza donde monto R de un pitón y refuerzo con un par de piezas. Ya veo la cima.

Viene Xavi y se va a por ella. Largo fácil pero que hay que escalarlo y controlando la roca. Y cimaaaaa!!!! Contentos es poco. Menudo viote nos acabamos de cascar. Nos ha dejado secos. Son las 17:00. No está nada mal para nosotros este horario.

Nos quedamos un buen rato en la cima descansando y babeando con el impresionante paisaje. Bajamos con la calma, voy sediento pero no corre una gota de agua hasta después de destrepar las clavijas de Carriata. El agua nos devuelve un poco a la vida. Llegamos al desvió del inicio y recuperamos la comida. Que agradable merienda, sentados exhaustos a los pies del Tozal del Mallo, con el buen regusto de haber podido escalar esta vía, y empezar a soñar con otras…

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